sábado, diciembre 31, 2005
MMVI
No pienso hacer recuento de año...
No tengo intención de hacer ningún tipo de balance sobre si ha sido bueno a malo...
No mencionare un solo deseo de año nuevo, ni tejeré propósitos, ni esperaré nada...
Llegaré a la hora de las brujas vestida de calma y plata. Con impaciencia fingida aguantaré la respiración hasta que el repiqueteo de las campanadas se extinga en mis oidos. Solo entonces abriré los ojos, respiraré muy despacio y dejaré de apretar mi estrella contra la palma de mi mano...
Después....
Después un suspiro largo y hondo para sacar lo último que me quede dentro de hoy...
Solo entonces me vestiré de sonrisas, volveré a poner mi ramita de espliego en el bolsillo, colgaré mi llamador sobre el cabecero de la cama, junto con su cruz y mi tira fina de esperanza.
Solo entonces volveré a guardar la estrella en mi pecho...
domingo, diciembre 25, 2005
¿Cúanto tiempo son 7 años?
Supongo que todo se resumirá en un depende. Y habrá gente que dirá aquello de más vale tarde que nunca y los habrá que más vale nunca que tarde. Yo no se que pensaré, se que intentaré medir el tiempo entre risas y lágrimas. Tal vez me haga ilusión. Tal vez llegado el momento no sea capaz de encontrarme. Tal vez le mire de frente y piense que es demasiado tarde… o tal vez sentiré que.... bueno, no tanto.
martes, diciembre 20, 2005
Sin título-2
De todo lo que quisiera decir y no dije me quedaría con muy poco. Apenas si conservaría un par de frases. Sé que habrá de dolerme y sé que mi cansancio me delata, que mi ritmo de vida no es un problema y que mi incapacidad para decir en ese momento preciso un no me hace más torpe aún en el juego.
Y tambien se que de día en día me ventilo las horas, que últimamente todo son vísperas, que las mañanas se alargan más de la cuenta y las tardes comienzan a pesame. Que pienso, que siento que no tengo noches, que por el momento no quiero más noches.
Que ya reculo a trompicones, y que ya salto por los momentos.
No sabes el frío que siento, no lo sabe nadie. Solo mis manos en continua ausencia de tiempo y de calor me lo recuerdan. Cae mi pelo al levantar la vista; pero no, no era ese el momento.
Y que más falta por hacer. Pruebo a dar una vuelta de tuerca más. La perspectiva de las cosas sigue exactamente igual. Hay que ver lo poco que cuesta olvidar aquello que con tanto esfuerzo aprendí.
Y quien sabe... si total estamos aquí de paso y no hay nada que determine a ciencia cieta que un instante despues vayamos a seguir en el mismo sitio, porqué es lo que hay... y esto si que es inamovible e irremediable, las reglas han estado hay siempre. Ese es el trato, y el precio que hemos de pagar por poder vivir...
....la incertidumbre.
domingo, diciembre 18, 2005
Luces
Que me están dejando ciega pues no puedo evitar quedarme medio tonta mirándolas... Ya no distingo muy bien ni los contornos, ni la intensidad, ni los colores. Se que se mueven, se que a ratos titilean y a ratos parecen desvanecerse. Y se que son miles. Miles de luces como si una navidad entera en su versión más recargada tipo "oda a endesa" estuviese frente a mis ojos.
Y a veces las confundo y creo que me están marcando el camino, embobada doy vueltas a su alrededor y las sigo... tal vez sea que estoy llegando al final de tunel, aunque no recuerdo haberme metido dentro de ninguno.
Me voy vistiendo de Navidad, en el fondo me gusta a pesar de todo y de todos.
viernes, diciembre 16, 2005
Tardes de Domingo
Bien, de acuerdo, si lo que quieres es honestidad creo que puedo darlo... y si lo que buscas es mi sinceridad pues también creo poder intentarlo. Aunque en el fondo no estoy segura de que lo quieras oir pues sabes que mi sinceridad suele ser más brusca de lo normal y mi honestidad... en fin... tiene el mal vicio de la inoportunidad. La verdad, ni yo misma las quiero, pero si insistes....
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Con toda sinceridad te diré que me da igual, que me es total y absolutamente indiferente; que ya pasó y, mira tu por donde, en contra de las apuestas no lloré... no me desvelé... no me desesperé... y ni siquiera busqué una explicación... que las ganas se me fueron por donde vinieron: por los pies. Y únicamente una rafaga de frío se me llevó algo que quería decirte... pero ya lo olvidé. Sería mentira.
Y siendo honesta te diré que... bueno, no pasa nada. En serio, no sufras, además ya sabes que acostumbro a equivocarme con demasiada frecuencia, mi torpeza en el juego me delata.
Pero no, no te vayas, que estaba yo pensando que, ya que estamos en plan confidencias, me voy a terminar de desquitar, pues últimamente estoy muy avanzada en mi cursillo de: qué-cosas-se-deben-dejar-en-qué-sitios.
Y como práctica de evaluación voy a empezar por poner ese maldito guisante sobre la mesa, seguido de mi mano de mus, aquella con la que me tiré el farol y para terminar del todo te dejo un par de martes13.
Pero ya ves que sigo siendo torpe y en un desliz me da por ponerme a recordar; intento hacer recuento de algo que no lo merece. Voy inventariando los días, los clasifico, los archivo, les voy dando la vuelta y cuando me quiero parar a pensar ya no están. De qué sirven los recuerdos si no para las tardes de domingo....?
Perdona, se me olvidaba que ya no tengo tardes de domingo, mi despiste, ya sabes... tal vez sea ese el problema, que me faltan las tardes de domingo. O qué en su día me sobraron, quien sabe?
viernes, diciembre 09, 2005
"Mira que te lo estoy avisando"
Buscando y buscando... ando como loca perdida intentando encontrar esa chispita
Mira que al final la vas a encontrar. Me dicen y yo la verdad es que no hago mucho caso. Pero sé que algo de razón tienen. No tengo muy claro cuanto, pero tengo la certeza de que algo si tienen, y tampoco estoy muy segura de si la advertencia está en la frase literal o en el tono en el que me la dicen.
Es como cuando mi madre me decia eso de "Nena, mira que te vas a caer.... y yo con despreocupación y prepotencia le contestaba: que va..... que noooo, que no me caigo, si mira lo bien que doy la vuelta asi del revés.... "Buueeno, mira que te lo estoy avisando y al final te...." ZAS!!!! Y yo en el suelo lloraba más por rabia al ver cumplida la premonición de mi señora madre que por el golpe. Seguro que si hubiese tenido algunos años mas hubiese intentado convencerla de que no, no me habia caido, simplemente me había tirado al suelo totalmenta adrede porqué sí, porqué me daba la gana, y pa chula una servidora. Es lo bueno de ser niña que cuando te pasan esas cosas puedes llorar de rabia sin sentirte más estúpida de lo normal. Es una de las cosas malas que tiene esto de hacerte mayor, cualquier impulso soñador o cualquier muestra de sensiblería ocasiona una respuesta tipo: Anda, anda, ve y busca la felicidad mientras limpias el cajón de los cubiertos....que lo mismo entre cuchara y cuchara... Y tu te quedas con cara boba, mientras de forma concienzuda limpias el cajón de los cubiertos, por si los acasos, que nunca se sabe. Pero cuando acabas de limpiarlo te sientes igual de ridícula y de ofendida que cuando tenías 6 años.
En fin... que le vamos a hacer yo seguiré con mi busqueda, que en el fondo me tiene la mar de entretenida, sabiendo que lo más probable es que en vez de una chispita me encuentre con un chispazo. Eso si, cuando esté totalmente paralizada, con todos los pelos como escarpias y un par de lágrimones enormes rodando hacia el suelo; juraré y perjuraré que lo he hecho simplemente porqué me ha dado la gana, que únicamente estaba comprobando el voltaje del secador mientras me duchaba, Pasa algo??
...
miércoles, diciembre 07, 2005
Un cuento
Quiero un cuento.
Pero no un cuento de los de siempre. No quiero un cuento para dormir, ni para olvidar. Ni quiero una bonita historia que me enseñe que los buenos son muy buenos y los malos muy malos.
Yo lo que necesito hoy es un cuento que me haga soñar. Uno hecho de palabras olvidadas, de miel y sal, de agua y humo.
Esta noche no quiero pensar en nada, no quiero recordar si al levantarme sentí ganas de llorar y como una tonta sorbí una a una todas las lágrimas con el café.
Esta noche mis manos no estarán frías y mis labios no se quedarán medio abiertos.
Esta noche me voy a olvidar de todos esos momentos en los que me sentí tan pequeña que creí poder ser olvidada por el resto del mundo.
Esta noche no voy a contar cuantas veces sentí miedo ni cuantas deshice mis pasos paralizada por el frió.
Esta noche no quiero recordar cuantas veces me imaginé suspendida en el tiempo, ni en cuantas ocasiones estuve tentada a salir corriendo
No, esta noche no...
Esta noche voy a pedir un cuento hecho de sueños e ilusiones. Y no me importa que sea pequeñito, que no brille, o que no sea el más lindo. Y me da igual que nadie más en este mundo pueda entenderlo.
Esta noche permaneceré muy callada, muy quieta; con los ojos muy cerrados y las manos muy abiertas.
Y tal vez en el momento de sumergirme en la noche algo se agite tras mis párpados, y tal vez mañana sea de verdad otro día.
Ya está. Me partí y me abrí.