jueves, febrero 07, 2008
Vigilias
Se me olvidó por un instante... al cerrar los ojos hoy pude sentir cuan pequeña soy, cuan pequeña me siento. Tal vez sean los posos que dejaron antiguas penas, puede que sean los remiendos que me empeñe en mal coser... o simplemente puede ser, que me deje la ventana abierta, que hoy no tuve fuerzas para hablar y se me coló otra vez el frío por la garganta.Me queda tanto por aprender, por olvidar, por perdonar...
Las creí hundidas, las imaginé sin fuerzas... y en un exceso de confianza, me dio por pensar que ya no estaban allí. Pero de nuevo me encontraron, helada y sin fuerzas para cerrarles la puerta. Y aquí me tienen, en vela; escuchando como el corazón se me atraganta al intentar dormir, mirando ensimismada como me suben por los pies hasta hacerse un ovillo en mi pecho, escuchando susurrarme en clave de piano, sintiendo como se me enroscan uno a uno en mis dedos al escribir...
No, las heridas nunca se cierran, tan solo tienden a dormir en las temporadas de sol; para desperezarse al llegar el frío.
Siento replegar las alas, encogerse las luces y ando sin fuerzas para abrir los frascos en los que guardé mis plumas.
Es tarde, demasiado tarde... y por primera vez desde que llegué aquí, esta noche, me siento sola y lejos...
No me jodas. No me digas que no podre olvidar. mienteme.
Eso nunca...siempre estoy contigo en lo más profundo de tu corazón.
Eres mi estrella, mi amiga, ya lo sabes: Mi...hermanita.
Y son en esos momentos cuando escuchas el latido de tu corazón y se acerca la oscuridad cuando más cerca estoy de tí.
Nunca dejaré que nada ni nadie te haga daño, siempre cuidaré de tí porque sabes cuanto vales y cuanto te quiero.
Un besito...hermana
Publicar un comentario
<< Home