viernes, febrero 15, 2008
Sigue el camino...
Sin querer darme cuenta llegó la hora. Perdona... no contaba con ello tan pronto, y ya ves... que me pillas con lo puesto. Se me fue el santo al cielo, olvidé colgarme de alguna estrella; di por sentado que el sol saldría hoy y fíjate que cosas tiene este tiempo, que no fue así.
Demasiado relajada, demasiado entretenida, demasiado confiada, demasiado entera, me vi aquella noche en el espejo; tanto que sufrí un impulso de autoconfianza, que fue a caer partiendo en dos...
Y como será la cosa, que derramé una taza entera de café sin siquiera inmutarme... Y como andará la historia que contemplo en caos en el que me acabo de meter sin aproximaciones, sin alcances, sin medidas.
Cansada de tantos nudos, me dio por hechar a volar todas las cuerdas y ahora... ahora ya no hay nada que me ate, ni nadie... Y por irónico que parezca este tiempo me anda removiendo las ganas de ser yo la que juegue a atar con nudos faciles mis tobillos a sus muñecas. Tal vez fue el tiempo y ese momento, tal vez fui yo y mis desmanes de medianoche o tal vez fue el y su bendita mania de soñar...
Y ahora... ahora si que si, llegó el momento de empezar a pintar las baldosas de amarillo...
¿Quien eres tu a la que nadie escribe y aun asi existes; la que no conozco pero me hace compartir?. Es en esta noche, despues del huracan que sembraron para mi, despues de la muerte y la expiación, me atropella el momento en que lei tus lineas y en el dia en que perecí y aún asi logré ponerme nuevamente en pie (18 de enero)dispuesto a devorar las lagañas que limitaban mi despertar. El frio y el agua son de tinta, se abrazan, se devoran y forman la pregunta: ¿Quien eres tu, que aun existiendo nadie te escribe?
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