[...Mi alma está hecha de luz y tinieblas. No sabe de brumas...]
domingo, enero 27, 2008
Amaneceres
Retoma mis manos allí donde las dejaste, hilvana mis palabras allí donde se me cayeron. Recógeme los sueños allí donde me los dejé y vuelve a enhebrar mis sonrisas en el pelo.
Y vísteme de verde las muñecas...
Motéame los ojos de lágrimas sin sal, no vaya a ser que me escuezan la próxima vez que llore. Redibuja mis contornos y repasa una vez más las líneas de mi mano. Descuéntame el tiempo que perdí y anótame en el pecho todos esos momentos que, creo, olvidé en una de esas noches de insomnio. Y desvísteme de costillas para dentro...
Regálame algo de calor que consiga templar el frío escondido. Escríbeme las predicciones sobre los párpados, para que nunca llegue a leerlas y conjuga todos mis tiempo en presente para que el pasado no me alcance de nuevo. Cúbreme de ilusión para que los miedos no me vean y guárdame los renuncios en lo alto del armario para que no alcance a cogerlos.
Y átame sin cuerdas...
Enrédame todas las horas pares, consume mis cerillas y líame cigarrillos de paciencia con boquillas de constancia. Enciérrame los desvelos y búscame espirales de eternos principios. Aguántame las ganas y no dejes que se empañen nunca las ventanas. Anúdame los cascabeles a los tobillos para que me oigas llegar, para que me puedas encontrar.
Y desátame, siempre... siempre que el mundo se me haga pequeño...
cuando todo es perfecto
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