viernes, noviembre 02, 2007
Blanco
Empecé a entender, despacio, con la prisa de quien no conoce tiempo.
Comencé a preguntarme qué demonios había estado haciendo hasta ahora; justo un instante antes de empezar a preguntarme qué demonios voy a seguir haciendo a partir de ahora.
Siento como si inventase los días, como si viviese en un enorme tablero de ajedrez y de golpe por un extra bonus, me hubiesen repuesto todas las fichas pérdidas... el problema es que a base de costumbre, me había hecho a eso de jugar siempre en negativo, y de repente me sobran mis propias fichas.
La vida se me antoja grande, el tiempo... inmenso y las puertas infinitas.
No se por cuanto tiempo me mantendré en este estado de serena suspensión. Me merecia unas vacaciones. Me las merecía y mis nervios las necesitaban. Ahora... la vida no puede pararse y los instantes, por mucho que nos digan no se congelan. Todo baja y sube, viene y va de la misma manera, de la misma forma.
Y hoy decido contemplar, decido escuchar, decido mirar, decido sentarme en un banco cualquiera de esta ciudad, que decidio no inmutarse por mi llegada.
La ventaja de que todo esté en blanco es que puedes rehacer y deshacer todo lo que quieras...
Con lapiz y goma uno puede moldearse a su antojo y el futuro se contempla en otas dimensiones.
Lo importante es que mientras construyas, seas feliz y creas que lo que hagas y dejes de hacer haya merecido la pena.
Un besito
Te echo de menos
Extrae a esa situación todos los ases disponibles, despeja sin miedo todas las salidas de emergencia, lánzate a investigar cada oportunidad, cada alternativa, que el aliento cuando te inunda tiene un poder inusitado, pero caduco.
Respira, vive, sueña, y sobre todo déjate llevar por todo ello.
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