martes, julio 10, 2007
Desequilibros
Y ya ves, que poco van cambiando las cosas, que de nuevo estoy sentada frente a la pantalla en blanco, con mi café, mi cigarro y mi desvelo.Me esfuerzo tanto en olvidar que se me está llendo la mano; y a menudo me encuentro en medio del pasillo pensando qué demonios quería yo hacer, cuando no pierdo todo aquello que cae en mis manos.
Distraida, dispersa... me abandono a mi trastorno bipolar, que ultimamente anda más regulado de lo que me gustaría y le da por permanecer impávido antes las circunstancias. Me sorprendo pinchandome en el dedo para ver, si efectivamente tengo aún tengo sangre en las venas y no arena, como a veces imagino.... Me tumbo bajo el sol para poder devolverle a mi cuerpo cierta temperatura humana, pues tengo miedo de volverme reptil y perder el calor...
Esbozos los quiebros para sorprender a la memoria, y me sonrío tras las esquinas, mientras la veo buscandome, no se da por vencida.
Pruebo con la limpieza práctica, a quemar mandragora y acumular ramilletes de espliego bajo la almohada. Y por unos instantes me puede la torpeza, y me atraganto con mi ego al pensar que lo he conseguido. Atesoro cascabeles en el bolso, tengo una estúpida idea acerca de como ahuyentar los dolores del alma y me rio sola, cuando descubro en mi tirada al caballero de espadas.
Definitivamente me estoy desvaneciendo, pensaba esta mañana mientras cerraba los ojos tirada en una cuneta pues por un despiste olvidé echar gasolina al coche....
Definitivamente me estoy volviendo loca, pensaba mientras intentaba enrolarme en un barco rumbo al caribe...
Y en eso se me van las horas, en escanear recuerdos y destinos... en regar plantas y buscar hormigas gigantes, en enredar papeles y desenredar recuerdos...
Ay niña...no eres la única que a perdido la cabecita...
Me apunto contigo al Caribe y a lo que haga falta... ¿Qué te parece cultivar tomates? Porque a este paso...
Un besito
Sentir, aunque sea viajando a lomos de los extremos de una montaña rusa, es a veces más deseado que la tranquilidad pausada del equilibrio en el que no se siente. Aunque cuando bajamos en picado y nos vemos al borde de estrellarnos mataríamos por un poco de paz.
La locura forma parte de lo que siempre buscan entre sus desequilibrios, el punto en el que encontrarse...
Un abrazo muy, muy fuerte
Mientras sigas ecribiendo así, no es preocupante tu estado, es más, yo lo cultivaría. Un saludo y espero que puedas visitarme.
update:
www.emmanebula.blogspot.com
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