miércoles, febrero 14, 2007
Frio
Déjame decirte una sola cosa ahora que no nos oye nadie. Ahora que he conseguido resguardarme del frió por unos instantes, ahora que de nuevo siento el agua bajar por mi garganta hasta mi pecho. Ahora que estas horas van endulzando el corazón, ahora que continuo soñando…
Quisiera romper de golpe todas las barreras de lo conveniente. Taparme los oídos para no oír aquello que no debería hacer, apretar los dientes mientas lo hago y cerrar los ojos al llamarte. Y se que al final la prudencia me podrá y como tantas otras veces y me quedaré de pie en la cocina con el teléfono en la mano y un cigarro consumiéndose en la otra, mientras marco y desmarco una y otra vez….
Y ya ves… que poco cambian las cosas algunas veces. Se los errores, conozco todos los remedios para la pena; y ya bebí mas antídotos de los que mi alma se propuso tolerar. Que de nuevo llega el frió. Y cuando viene yo no se hacer otra cosa que no sea acurrucarme, enroscarme a la pata de la cama y apretar los dientes para no llorar.
Porqué el mundo decidió ponerme más de un guisante bajo el colchón, para que me creyese una princesa… Y para que no pudiese dormir.
Y me esfuerzo por respirar, una vez más después de la anterior poniendo especial cuidado en no dejar escapar tu imagen una vez más. Para pensar, para convencerme de que no eres tu. De que es la noche, el cansancio la música, el café, el tabaco… el frió.
No tiene caso, ni sentido, ni siquiera un par de dedos de frente ponerme a divagar sobre lo que podría haber sido. Creo que ya van muchos los párrafos sobre eso.
Y ahora solo me queda pensar cual es la siguiente pieza a mover y cual es la siguiente a perder.
Pero entiéndeme amor, entiende que es demasiado el frió que siento, incluso para dibujar con los dedos. Es invierno y hace frío. Mientras asomo la cara por la ventana recuerdo una conversación que nunca tuvimos. Es invierno y hace demasiado frío. Demasiado para decidir, demasiado para pensar, demasiado para sentir. Demasiado frío para andar sola por las calles, demasiado para llamarte, pues mis dedos helados no atinan a marcar. Que estupidez fue pensarlo siquiera…
Entiende que es muy tarde. Entiende que mi pecho se alza de forma lenta; entiende que mi cabeza anda loca llena de pajaritas de papel con corazones en el envés y estrellas en cada punta. Entiende que soy humana, que no puedo evitar sumirme en la melancolía y en el recuerdo, entiende que no puedo hacer otra cosa, entiende que este frió me va a matar. Entiende que con demasiada torpeza mis dedos eligen las teclas
Y por último antes de terminar me gustaría que me escuchases. Que me oyese respirar con determinación, que me vieses girar una vez más. Que intentases comprender que nunca quise molestar, importunar que no fueron sino las horas de soledad las que me volvieron sensible y no fue sino el viento el que me hizo perder la cabeza. Que no puedo volver a enamorarme pues para eso se necesita todo un corazón y yo ya perdí un pedazo.
Mantengo las falsas apariencias del buen estar, para no levantar sospechas para evitar preguntas hasta que sea lo suficientemente fuerte como para asumir sus respuestas. Siguiendo el ritmo de los pasos ya andados me acerco hacia todos los finales posible y nunca atino a ver el nuestro.
Empiezo y acabo en el mismo punto, siguiendo líneas curvas hasta formar la espiral, hasta cerrar el círculo, hasta matar los comienzos con requiebros en el camino, hasta formar las líneas imposibles que marcamos en nuestro caminar.
Ha pasado el tiempo ya, y no aprendo eso que se supone debería saber. Que hace muchos días que me quiero ir de aquí, que hace demasiados momentos que busco descabelladas historias para cruzarme de nuevo en tu vida sabiendo lo inconveniente que puede resultar, conociendo lo inaceptable de mi presencia.
Sabiendo lo doloroso que es un reencuentro.
Quisiera tener algo de aliento que poder brindarte para aliviar ese frío que sientes, pero sé que de nada serviría, ni siquiera oyendo su voz al otro lado de la linea.
A veces estamos condenados a no encontrarnos, aunque no hagamos otra cosa que inventar razones para hacerlo.
Sanará tu corazón, recompondrás las piezas que hoy sientes perdidas y un día volverás a enamorarte. Mientras sólo dejar que el tiempo pase... y llegue la primavera...
Un abrazo muy, muy fuerte
Hola, bueno como dices en alguno de tus escritos es una pena que internet sea tan grande para algunas cosas y tan pequeño para otras, de todas formas me alegra haber encontrado este rinconcito que me ha sabido a gloria, a fragilidad, a soledad, a una promiscuidad de sentimientos tan bien tejidos y puestos en los renglones, me encanta como escribes para expresar todo eso que a veces uno no sabe como va a transmitirlo sin hacerlo inentendible, tengo 15 años, y veo que te gusta el rock, me encanta marea ^^, no se que edad tienes, ni de donde eres, ni de donde llego eso del tabaco y el café, pero creo que eres una persona muy especial y que me encantaria encontrar todos los días por internet escritos tan reveladores, mi msn es pansy_91@hotmail.com, te agradeceria que me contestases, por cierto, espero que entre noche y noche vayas juntando estrellas... Un abrazo^^.
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