lunes, septiembre 19, 2005
Sin-título1
Creo que de tanto acicalarme debo de tener una enorme bola de días y rutinas atragantada entre mis deseos y mis ganas; entre mi voluntad y mis ansias de ser; entre mi temeridad y mi vacío al querer; entre lo que pienso y lo que quiero sentir; entre lo que escribo y lo que quiero decir.
Y es algo más que el miedo lo que me tiene paralizada; pasmada, mientras el frío me cala hasta el alma. Mis manos moviendose al compás del aire, mi grito atado, mi ser devorado.
Va siendo hora, pero lo cierto es que no se ni por donde empezar.
Veo que no soy la única a la que le pasa esto.
Sigue escribiendo porque yo creo que dices mucho y además de una forma muy especial.
Gracias por tu comentario.
:)
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