[...Mi alma está hecha de luz y tinieblas. No sabe de brumas...]
jueves, marzo 24, 2005
Mi corazón
Cuento los segundos que caen de forma lenta y pesada desde mi garganta raspando los momentos, los surcos se abren y la sangre se me escapa.
Ya me canse otra vez de salir de ser y no poder de morir y no querer sentir.
Y... ya me hundo y ya me levanto sola, cantando y girando hasta marear mi cabeza, hasta llenarla de versos oscuros, de peticiones inutiles, de canciones que ya no significan nada para mi y de ilusiones que desgastadas se pasean perdidas por mi mente.
Muero cada noche al acostarme y sumergirme en el limbo el olvido que anhelo y la vida que no llega, pues se esconde bajo mi cama en cada amanecer y asustada la oigo llorar al alba, como una niña agarrada a sus rodillas, observa en silencio como el suelo se traga todas sus lágrimas.
Pero no tiene solución este corazón mio que se empeña en ir de bruces contra la pared. Y con resignación le advierto cada vez que veo al mar como se levanta y embate de nuevo sobre mi; y las olas lo tiran al suelo una vez más, pero no tiene remedio; pues se empeña en continuar de pie ante la tormenta y por más que lo intento por más que le pido que por favor desista él sigue empeñado en vencer la fuerza del mar armado de palabras se planta frente a la furia con los puños cerrados llenos de aire y el pecho vacio.
Pero en el fondo sabe que no hay nada que hacer ya que la solución pasa por la resiganción; que la fuerza no se halla en la rabia por ser y la luz no se esconde en los sueños.
Pero mi corazón posee la constancia inútil que a mi me falta y a menudo se olvida de mi que permanezco tendida vomitando recuerdos, vomitando rencor hacia mi misma mientras engullo a duras penas los días que me faltan para volver a caer, mientras le veo alli parado soportando el agua salada, reteniendo el aire con las manos, gritando palabras sin sentido, palabras muertas.
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