sábado, diciembre 22, 2012
where I was, where I've been
cerrando malditos ciclos. desterrando promesas
olvidando... aprendiendo...
girando sobre el mismo punto
congelada... acongojada...
caminando sin rumbo. tarareando sin melodía
mintiéndoles, mintiéndote, mintiéndome...
encontrando sin estar buscando. buscando sin encontrar nada
intercambiando el despropósito numero uno con el despropósito numero dos. intercalando el tercer imposible con el quinto
tratando de hacer las paces con una ciudad a la que nunca le importe lo suficiente, cuando en realidad con quien tenía que hacer las paces era conmigo misma por que Madrid nunca me dejó de importar lo suficiente
buscándome, perdiéndome enredándome,
enrevesada, atolondrada, intoxicada
me probé todas y cada una de las mascaras que me fui encontrando. grabé sobre el cabecero de mi cama todos y cada uno de mis nuevos nombres. bordé nuevas emociones en mis sábanas y me mal remendé el pecho con besos y caricias
rabiosa, amargada, atravesada, atormentada, atrapada...
desenredando la maraña en que se había convertido mi vida, emparejando costillas y colocando una a una las vértebras. deshaciendo los desdichos. ventilando el alma. sacudiéndome los murciélagos
riendo, sintiendo, soñando, creyendo, llorando, aprendiendo, descubriendo, viviendo...
Han pasado cinco años desde que decidí cambiar mi vida y a mi misma. Desde aquella mañana cuando al levantarme decidí comprar un billete de avión de ida en dos semanas. Y renuncié.
A mi trabajo, justo cuando estaba apunto de conseguir el puesto soñado.
A mi lengua, a mi vía de expresión, a lo primero y único que siempre me definió.
A disfrutar de mi familia cada día, justo cuando estaba empezando a hacerlo.
A todo aquello que era y que fui.
Y a conciencia huí lo mas lejos que pude. Jamas me he arrepentido y jamás lo haré. Pero lo que una vez se presentó ante mi como el punto de llegada, resultó ser el de partida.
Y para seguir caminando no me queda mas remedio que cerrar el ciclo y perdonar.
A todos los que me empujaron al borde del precipicio y la locura.
A los que no me dejaron ser.
A todo lo que no pudo ser.
Perdonar, todos mis errores, todas mis tonterías, todos los sinsentidos en los que me metía una y otra y otra vez.
A mi misma...